Feriantes de Paillaco impidieron desalojo militar: exigen reunión urgente con autoridad sanitaria

Concejal José Aravena intercedió por los locatarios. Revisa detalles de la noticia.

Minutos de tensión se vivieron este sábado en la feria libre de Paillaco, luego que una patrulla militar intentara desalojar por incumplimiento de cuarentena 
al grupo de comerciantes que trabaja habitualmente en calle Manuel Rodríguez. 

“Muchas familias sólo tienen este ingreso para vivir”, señaló al oficial Faúndez la comerciante María Navarro, que lidera a los 143 feriantes – en su mayoría mujeres - que trabajan a lo largo de la calle cada sábado y miércoles. 

El incidente fue transmitido en vivo por el concejal y candidato alcalde José Aravena, quien intercedió para evitar el desalojo y eventual sumario sanitario que podría afectar a los locatarios.

Según lo que se pudo advertir en la transmisión de Facebook, los comerciantes paillaquinos centraron sus críticas en la fiscalizadora municipal, también presente en el lugar, quien se defendió señalando que los eventuales sumarios sanitarios no son de atribución municipal, pero que ella cumplía con señalar que se exponían a sanciones por estar en el lugar sin la debida autorización.

PROBLEMA SOCIAL

María Navarro y José Aravena coincidieron con Diario Paillaco que la feria es vital para la supervivencia de más de 200 familias, en su mayoría de escasos recursos y anunciaron que este lunes recurrirán a la autoridad sanitaria, que encabeza el seremi Keith Hood. 

Explicaron que buscarán restablecer el permiso que tenían hace semanas, cumpliendo con las medidas de puestos separados por 2 metros, mascarillas, uso de alcohol gel, entre otras obligaciones que ellos están dispuestos a respetar.  

En la gestión incluirán a comerciantes de hortalizas y alimentos que comercializan en una feria techada ubicada en la misma calle Manuel Rodríguez.

QUEJA EN EL MUNICIPIO

El concejal Aravena dijo que expondrá al alcalde Reyes su queja debido a que su juicio el departamento de fiscalización se excedió en sus funciones durante la jornada, ya sólo tenía como atribución verificar el correcto uso de la mascarilla y la disposición de alcohol gel. 

A pesar de la presencia militar, los locatarios no abandonaron el lugar y atendieron hasta cumplir su horario habitual.