“Eduardo se perdió el día jueves 27, no el 28, y la última llamada registrada que él hizo fue a su hija en España, y le avisó que estaba por salir en el bote”, esa es la primera aclaración que realizó Alicia Raillanca, de la comunidad mapuche de Chamul, en la comuna de Lago Ranco, donde Eduardo Silva Salinas vivió por casi una década, y que ahora se encargarán de su velorio y funerales, una vez que la familia de Eduardo termine la cuarentena obligatoria a la que están sometidos en Santiago.
Una larga amistad unía a Eduardo con la comunidad mapuche, donde era conocido como “Yayo”, por eso en conversación con Diario Lago Ranco, Alicia Raillanca habla precisamente a nombre de su comunidad con el fin de señalar algunos puntos relevantes en torno a la desafortunada muerte de Silva, cuyo cuerpo fue encontrado flotando en las aguas del Maihue el día viernes 28 de mayo.
Dice que Eduardo trabajaba cuidando y realizando mantención a un conjunto de cabañas ubicadas en Las Molidas, terreno de varios propietarios que llegan al sector generalmente en verano, y cuya forma de acceder es cruzando el lago, lo que Eduardo Silva realizaba frecuentemente en un trayecto de 20 minutos entre Las Molidas y Puerto Los Llolles, en el bote con motor fuera de borda que sus empleadores le facilitaron con ese fin.
MALAS CONDICIONES LABORALES Y FALTA DE FISCALIZACIÓN DE LA ARMADA
Alicia afirma que el trabajador encontró la muerte al enfrentar al lago en una jornada en la que había lluvia y viento, presionado porque debía volver a su lugar de trabajo en Las Molidas, ya que dos de sus empleadores estaban en sus cabañas, a los que precisamente el día anterior él fue a buscar al sector Los Llolles en el mismo bote.
Lo primero que Alicia denuncia es la aparente apatía de los empleadores de Eduardo desde el momento en que fue evidente que no regresó y hasta cuando fue encontrado su cuerpo flotando en el lago por trabajadores del fundo Los Ciruelos. “Sus patrones lo sabían, Eduardo salió en el día y no llegó en la noche, lo mínimo era haber llamado a Carabineros, pero no hubo ningún llamado, si tu empleado no llega tú llamas”, explica, indicando que al no existir una denuncia no hubo una búsqueda, y se perdió una posibilidad que tal vez le hubiese salvado la vida.
Otro elemento que expone Alicia Raillanca es que Eduardo Silva hace un tiempo había expresado que el bote que utilizaba para cruzar el lago no estaba en buenas condiciones, “tengo un motor malo, se apaga y ya me hizo pasar un susto”, fueron palabras textuales que Eduardo reveló en una visita que realizó a la comunidad de Chamul.
En ese sentido Alicia apunta a las condiciones laborales en las que Silva desempeñaba sus funciones, “eran pésimas, no tenía una licencia para conducir una embarcación, y el bote estaba con problemas, y los patrones ni siquiera se hicieron presentes como un gesto de solidaridad cuando él murió, nada, ellos convenientemente se fueron a Santiago y ni siquiera hablaron con la familia de su trabajador”.
Relacionado con lo anterior, Alicia Raillanca también toca la responsabilidad que le cabría a la Armada en su rol fiscalizador, ya que “toda la gente que tiene parcelas de agrado tienen empleados que permanentemente cruzan el lago, pero no hay fiscalización”, denunciando un abandono en lo que respecta al tráfico de embarcaciones en el Maihue, y remata diciendo que “pasó la tragedia del Maihue y sigue muriendo gente”, en referencia al trágico naufragio que cobró la vida de 17 personas en noviembre del año 2005.
FUNERALES
Tras conocer el fallecimiento de Silva, sus hijos viajaron desde España para reclamar su cuerpo y darle sepultura, sin embargo el reglamento sanitario impone que cumplan una cuarentena por 5 días y apelan a que, por razones humanitarias, se les permita viajar a la Región de Los Ríos para despedir a su padre, a quien no vieron en casi una década.
Por eso Alicia, que esta en contacto con la familia de Eduardo Silva, también pide a las autoridades que "tengan un poco de solidaridad, de humanidad, para permitir que su familia salga antes, hay una familia sufriendo, y los únicos que pueden retirar el cuerpo de Eduardo del Servicio Médico Legal son sus hijos”.
Se aclara que Eduardo será velado en Chamul y se va a sepultar en el cementerio de Ilihue, ya que “esa fue su decisión en vida, él siempre nos pidió que si moría acá, lo dejen en Lago Ranco y lo dejen en un lugar mirando al lago”, reveló Alicia Raillanca.
Ahora la investigación para esclarecer este caso esta en manos de la justicia, y el bote en el que Eduardo se trasladaba al momento de su muerte aun no es encontrado.
Por último, Alicia comenta que hace públicas estas declaraciones porque “Eduardo no era un desconocido, vivió 7, 8 años en nuestra comunidad y hace año y medio que se fue al Maihue a trabajar”, además no quiere que su muerte sea en vano, “no queremos que se sigan cometiendo errores con los trabajadores, que se siga contratando a gente que por problemas para encontrar trabajo termina en lugares donde se expone a los trabajadores a que mueran, queremos que sea una lección para el resto”.
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