El pasado 12 de marzo se constituyó en Futrono la “Corporación de Pobladores Históricos de la Cordillera de Futrono”, conformada por ex habitantes del Complejo Forestal y Maderero Panguipulli que, en la comuna de Futrono, contempló asentamientos obreros surgidos a comienzos de 1970 en el sector de Arquilhue, El Mundial, Las Quemas, Chollelhue, Los Baños, Pilmaiquén y lo que algún día fue Río Chico, y que terminó con la violenta expulsión a la calle, de cientos de trabajadores y sus familias, tras la privatización propiciada por el Estado en 1987.
En aquel primer encuentro formal y frente a todo pronóstico, se reunieron alrededor de 200 personas en el gimnasio municipal de Futrono; entre ellos antiguos trabajadores y trabajadoras del complejo, quienes tuvieron la oportunidad de reencontrarse y rememorar sus días en estas tierras en las que formaron sus familias y soñaron su futuro, pero que les fueron arrebatadas de la peor manera durante los años sucesivos al derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular.
El siguiente encuentro se llevó a cabo en el mismo lugar el pasado 1 de junio, esta vez con más de mil asistentes, provenientes de distintos puntos del país, e incluso del extranjero.
Diario Futrono habló con la presidenta de la corporación, Antonia López, hija de ex habitantes y precursora de este grupo de personas que hoy busca y precisa la recuperación histórica de lo que fue este territorio hace casi 50 años, así como la reparación de los perjuicios ocasionados por el Estado, por los vejámenes a los que fueron sometidos al despojarlos de sus viviendas y fuentes laborales sin una indemnización por sus años de trabajo.
Antonia cuenta que en estos poco más de 3 meses de conformación de la corporación ha oído las tristes historias del despojo de los ex habitantes del complejo, relatos que en algún minuto la hicieron dudar y reconsiderar involucrarse en esta batalla en la que día a día descubre nuevas irregularidades propiciadas por el propio Estado de Chile, a costa del sufrimiento de tantas familias humildes.
“Hubo un minuto en que pensé en retirarme, en no seguir con esto porque las injusticias cometidas son muy grandes y al principio impacta, pero las mismas historias que fui conociendo día a día me fueron alimentando a mí y a todos los que se fueron sumando en el camino, y haciendo más fuerte el deseo de no abandonarlos en esta búsqueda de justicia. Hasta hace muy poco pensé que vivía en un buen país”, dijo.
VOLVER A “VIVIR” RÍO CHICO
Agrega que el dolor y la pena no han quedado atrás, pero por ahora se enfocan en hacer valer los derechos que están seguros les corresponden, como es poder transitar nuevamente por Arquilhue, Río Chico o Puerto Fuy, lugares llenos de historia, donde muchos crecieron, fueron al colegio y trabajaron, y que hoy se encuentran en manos de privados, incluidos el camino público que conecta la ruta T-559 (Ruta Llifén-Maihue) con Neltume, en aproximadamente 40 kilómetros de distancia.
Así también, están centrados en la recuperación de alrededor de 2 hectáreas que, pese a ser fiscales, se encuentran siendo ocupadas por el fundo Taquihue, correspondientes al área donde se emplaza la posta de Arquilhue y el terreno contiguo. Una vez restablecido, se espera mejorar las dependencias del centro de salud y construir un museo de la madera.
Como ellos existen otras cuatro agrupaciones de ex trabajadores del complejo, ubicadas en la comuna de Panguipulli, quienes también buscan hacer justicia por las familias que fueron expulsadas de los fundos Chan Chan, Pirehueico, Toledo, Puñir, entre otros.
FISCALIZACIÓN DE BIENES NACIONALES
Este jueves el seremi de Bienes Nacionales llegará hasta la posta de Arquilhue para realizar una fiscalización, a raíz de las reclamaciones iniciadas por la corporación, cuyos miembros están confiados en que esta primera batalla tendrá un resultado positivo.
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