Lobos marinos en búsqueda de un nuevo hábitat, sería una de las posibilidades que se evalúan para explicar la muerte de más de 40 ejemplares de cisne de cuello negro, ocurridas a partir de mediados de junio pasado, en el Humedal del Río Cruces.
Diario de Valdivia conversó con el veterinario valdiviano, Daniel Boroschek, uno de los precursores del movimiento ciudadano Acción por los Cisnes, para quien existe una directa relación en las obras de la Costanera y el desplazamiento de la mini colonia de lobos que vivía en el lugar, que al quedar sin las plataformas, migró a nuevas zonas, justamente al área de entrada al humedal.
El investigador Eduardo Jaramillo, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile, explicó que mediados de junio miembros del equipo de monitoreo detectaron la muerte de varios ejemplares de cisne cuello negro y que a partir de ese momento iniciaron un proceso para confirmar la causa de este fenómeno. "En una de las últimas salidas se lograron evidencias visuales y registros claros y evidentes de lobos que perseguían cisnes y los capturan", aseveró.
El académico señaló que siempre hubo lobos que merodeaban el sector, pero nunca tan cercanos al hábitat de los cisnes.
Desde el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) confirmaron que no existe un estudio que determine las consecuencias de los trabajos en el borde fluvial valdiviano.
La población de cisnes de cuello negro, hasta antes de los ataques, estaba completamente recuperada, tras la crisis del 2004.
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